viernes, 28 de marzo de 2014

Cuento: El fín de la monotonía

Gomez era, en pocas palabras, una persona sencilla.

Su vida era tranquila. Tenía trabajo, casa propia y dinero no le faltaba. Sin embargo, no era feliz.
Su problema era la rutina y lo sabía.

Sus días consistian en levantarse a la mañana, darse una ducha (si se había levantado con el tiempo suficiente y no había decidido dormir mas), ir a trabajar y volver a su casa.

Aunque el sol brille fuerte en la ciudad, su vida estaba siempre nublada y oscura.
A su vida le faltaban mas rayos de luz.
Pero no de cualquier luz, sinó de la luz del sol, esa luz calida que nos hace sonreir.

De vez en cuando, Gomez modificaba su rutina con algúna salida. Esto hacía que una lamparita se prendiera e iluminara su vida oscura y nublada. Pero esto no era lo que el necesitaba. La luz artificial ayuda, pero el necesitaba la luz del sol.

El lo sabía. Sin embargo, no hacía nada para cambiarlo.
Gomez estaba comodo y ese era su mayor problema.

Al poco tiempo de que se encienda una luz artificial que modificaba su vida rutinaria, el deseaba retornar a su comoda oscuridad.

La luz artificial incomoda...

Pero no todas las luces artificiales son iguales.
Hay de muchos colores e intensidades.

Por supuesto que una luz brillante tardaba mas en hacer pensar a Gomez de volver a su comoda rutina y una poco brillante a veces hubiese preferido que no se prendiera.

Ese es otro problema de las luces artificiales, a veces colocamos nosotros la lamparita ya sea por elección u obligación y a veces la colocan otros que nos obligan (moralmente) a hacer algo.

Tambien las luces artificiales varían en colores. No es lo mismo la luz blanca, que es la que mas aguantaba, que las luces rojas, azules, verdes, violetas y amarrillas.
De todas los colores posibles, la luz amarilla era la peor. Su brillo no solo agotaba sino que irritaba y mientras mas intenso el brillo, mas irritaba a Gomez.


A veces se prendían muchas luces al mismo tiempo.
Pero no importa cuantas se prendan ni que colores tengan, Gomez siempre quería volver a su oscura rutina.
Gomez necesitaba luz natural...

El estaba conciente de esto.
El sabía que la luz natural borraría la nube oscura de su rutina y mientras mas luz haya, menos ganas tendrá de volver a su comoda oscuridad.

Pero lo que no sabía era como hacerlo.
Como encontrar la luz del sol viviendo en una penumbra permanente?
Como no toparse mas con las luces artificiales?

Lo ultimo es imposible y lo sabía. Pero lo primero era algo que le alejaba de sus pensamientos.
Como hacer para conseguir la luz del sol?

Aunque no podía encontrar la solución, cada vez pensaba mas y mas sobre como lograrlo. Día y noche, cuando se levantaba, cuando se duchaba, cuando trabaja y antes de acostarse pensaba.

Y aunque pensaba que no podía encontrar la solución, no se estaba dando cuenta que esos pensamientos eran los primeros rayos del sol que aparecieron en la oscuridad y que hacían que quiera seguir en ellos y que quiera seguir buscando mas...









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