martes, 10 de marzo de 2015

Sueños XIII


Parados estabamos sobre una pequeña colina mirando una calle con 3 obras en construcción. Tres edificios uno pegado al otro que en total, cubrían todo el largo de la calle.

"El del medio es el nuestro". Dijo una de las 2 personas que estaba a mi lado.

"¿Por qué solo el del medio? Pregunté.

"Porque hemos tenido discusiones con los dueños de los otros terrenos. Son unos tontos"

Solamente me limité a asentir con la cabeza y bajamos la colina.

La tercer persona, hasta ahora callada, era mi padre y nos dirigiamos hacia el estacionamiento.

Nosotros nos subimos al auto de el, mientras que la otra persona se subió al suyo.

Una vez andando, mi padre me explicó que esta era la peor crisis económica de la historia.
Al escuchar esto, bajé mi ventana y le pregunté a la otra persona si creía lo que dijo mi padre.

"ESTÁS LOCO" Respondió. "Hemos tenido peores crisis".

Diciendo eso, aceleró su auto y desapareció por esta avenida de rapida circulación. Su auto, mas bien camioneta, era una de esos camiones en altura, con la carrocería muy separada de las ruedas. Estaba pintada de amarillo opaco y con marcas de grafitis de color rosado en la trompa.

Finalmente descendí del auto. Me encontraba en las puertas de un colegio primario y me dirigí (como si conociera el camino) hacia un aula.
Todavia estaban en clase. Era una mediana aula donde cabían comodamente 20 alumnos, todos ellos de entre 8 y 9 años de edad.
La clase era química y el profesor se encontraba al frente explicando la composición química del petroleo y del combustible y el proceso que ocurria en el medio.
Alcancé a escuchar los gritos de insatisfacción del profesor porque los alumnos no se habían aprendido de memoria la formula de uno de los elementos resultantes.

"(Pobres niños)" Pensé.

Siendo tan jovenes, eran obligados a comprender procesos químicos dificiles de entender aún para un adulto.

Sonó la compana y los niños salieron al receso.
Se pusieron a jugar todos, salvo una niña de alta estatura para su edad, con el pelo largo y ondulado de color negro. Ella fue apartada por sus compañeros por ser judía y se encontraba sola en un rincón, con la mirada triste.

Mi pensamiento anterior de lastima hacía ellos había desaparecido. Tan pequeños y tan racistas. Supuse que no debían comprender ni siquiera el significado de lo que decían.

Poco después el receso terminó y los alumnos volvieron a recibir el enfado del profesor al no conocer las formulas.

Decidí salir de ese colegio y aparecí en una carcel, obviamente no como recluso.

Había ido a visitar a un conocido a quien en realidad no podía recordar.
Lo encontré tirado en el suelo de una celda. Al parecer se sentía mal.
Al ver mi mano izquierda noté que tenía las llaves de la celda y la abrí.
Cuando lo hice, una mujer negra de baja estatura y con el pelo enrulado y rapado en los costados saltó para atacarme. Por suerte fue detenida por el hombre tirado en el suelo.
El hombre me gritó que estaba allí para ayudarme, como siempre lo había hecho.

Habiendo dicho esto, tanto agresor como defensor se volvieron completamente azules. Pero era un azul oscuro, como el color que aparece al caer la noche.
Además de ese color, en su cuerpo comenzaron a aparecer pequeños puntos blancos, nebulosas de colores y hasta planetas y estrellas.
Se trataba del mismisimo universo visible a traves de sus cuerpos.

Ambos cayeron al suelo, desmayados o muertos, no verifiqué. Pero al tocar a mi salvador, el universo que poseía se traslado a mi propio cuerpo.

Mi reacción fue salir corriendo y no paré hasta llegar a mi casa donde se encontraba mi novia.

Al verme no se sorprendió. Aparentemente yo había logrado volver a mi apariencia normal, pero dentro mío supe que podía volverme como el universo cuando quisiera.

Y así fue como le demostré mi cambio. Luego supe que si la tocaba, podía hacer que ella también experimente este fenómeno.

Ahora los dos nos veíamos azules y con el universo visible en nosotros.

Nuestra primer idea fue vender ropa y comenzamos a pasar nuestro "don" a pantalones, remeras y zapatillas.

Teníamos una gran colección para vender, ibamos a ser millonarios.

Salimos con las valijas llenas de ropa cuando la musica comenzó a inundar nuestros oídos.


Era el maldito despertador obligandome a conseguir el dinero de la forma mas dificil....trabajando.