martes, 24 de junio de 2014

El ajedrez del tiempo


Debo reconocer que no hay rival mas dificil que "El tiempo".
Sus movimientos son realmente impredecibles, pero al final de cuentas, siempre gana...

Todo comenzó hace unos cuantos años atrás. Yo estaba jugando al ajendrez en linea, en una conocida pagina de internet de ese momento, cuyo nombre mi cerebro ya no puede recordar.

Estaba de muy buena racha, había desafiado a 8 cibernautas y les había ganado a todos sin sustos ni sobresaltos. Reconozco que soy bueno para el ajedrez y en ese momento estaba tan confiado como triste.

¿Qué tiene que ver? Se preguntarán.
Si les digo que el momento en que estaba jugando se trataba de una noche de sábado...¿Me entenderán?

Triste y solitario, ahogaba mis penas de la soledad del fin de semana en el ciberespacio.

De repente, en el monitor de la computadora apareció un mensaje: "El tiempo te ha desafiado a una partida. ¿Aceptas?"

"¿El tiempo?" Pensé. No era un apodo común de leer. En general, los apodos eran mas del estilo de "Cazador de mujeres", "Mas largo que jabalina" o "Pequeño grande".

En fin. A pesar de que tenía sueño, acepté la partida. Simplemente para irme a la cama con el ego bien arriba. Le cedí el ser blancas, para darle la ventaja del primer movimiento. Sin embargo, este nunca vino.

Despues de esperar casi 3 minutos, le escribí y mandé un mensaje por el chat que poseía el juego.
La respuesta que recibí fue: "Espera y verás".

Cansado de esperar, decidí apagar la computadora e irme a dormir. Pero antes de hacerlo, realicé mi pedido de cada noche al cielo para que termine con mi poco llevadera tristeza.

(El peón se mueve. Busca atrapar a la custodiada reina. Sabe que sus posibilidades de exito son minimas. Sin embargo, se arriesga y decide ir hacia delante. El peón sabe que siempre debe avanzar y que en el camino le esperan otro peónes. Pero no solo eso. Además de los simples peónes, debe enfrentarse a los traicioneros alfiles, a los impredecibles caballos y a las temibles y frias torres protectoras. Finalmente y solo si logra vencerlos, debe enfrentarse a la pieza mas temeraria de todas, la reina. Pobre peón...no tiene oportunidad...)

El sol brillaba alto en el cielo. Era hora de enfrentarse al nuevo día.

Cuando regresé a casa, noté que la computadora estaba encendida. "Que raro" Pensé.
Al mirar la pantalla, había un mensaje "El tiempo ha movido. Es tu turno".
Me costó un poco darme cuenta de que el mensaje era de la partida de ajedrez de la noche del pasado sábado.
Era la primera jugada y además estaba cansado. No obstante, decidí continuar la partida. Un peón se había movido. Mi jugada fue muy similar y luego me senté a esperar el proximo movimiento de mi rival. Pero nunca llegó.
Cansado de esperar, me fuí a dormir, no sin antes rogar al cielo una ayuda, como cada noche hacía.


(Un nuevo peón se mueve. Esta nueva pieza tiene el mismo objetivo que su colega. Conquistar a la reina. ¿Quíen sabe? Por ahi entre ambos puedan lograrlo).





Un día mas comenzaba. Un día que no prometía sorpresas, ni buenas, ni malas. Y así como vino, se fue.

Al llegar a casa, apareció nuevamente el mensaje en mi monitór: "El tiempo ha movido. Es tu tuno".
Nuevamente un peón se había movido. Era un comienzo basico (aunque muy lento) del ajedrez.


 (Luego del avance de los peónes, es turno de que las grandes piezas entren en juego. El alfíl es embustero y a veces traicionero, pero es un gran alidado. Siempre dispuesto a sacrificarse por el bien de todos. Ataca desde lejos y su golpe puede ser sorpresivo y a veces hasta fatál).


Un ruido me despertó. Era la bocina de un auto que sonaba desde la puerta de mi casa. Me había quedado dormido. Me habían pasado a buscar para ir a comer. Me vestí lo mas rapido que pude y salí.
Ya era sábado. La semana había pasado volando.
Cuando regresé a casa, vi que mi lento oponente había movido y era mi turno. El alfíl de mi rival se había posicionado en jaque hacia mi rey. Una jugada muy tonta, demasiado, diría. Al hacer eso, dejó a su alfíl sin protección y fué facilmente eliminado por mi rey.

(Los caballos son listos. No se mueven como uno pensaría y siempre logran esquivar los problemas. Siempre atacan por sorpresa, sin que uno espere su movimiento. Aunque muchas veces quedan acorralados, son capaces de sortear varios obstaculos y caer con su orgullo en pie).

Había pasado mas de un mes desde que comencé "la partida mas lenta del universo", como yo la llamaba.
Mi rival, "El tiempo" era realmente un jugador lento, aunque impredecible. Pareciera ser que piensa y repiensa cada movimiento antes de realizarlo. Aunque si he de ser honesto, muchas veces no lo entiendo.
Sacrificó un alfíl para hacer salir a mi rey. Dispuso a uno de sus caballos como carne de cañon, solamente para hacer mover a mi reina. 

Luego de realizar mi movimiento, me llegó un correo electrónico. Era una invitación a un cumpleaños a celebrarse dentro de casi un mes. No quería ir y no lo iba a hacer. Aunque pocos minutos despues, me llegó un mensaje de texto al celular. Era un amigo que había leido el correo y que quería que lo acompañe. Me quedé encerrado...no pude decir que no. Igual faltaba mucho tiempo aún.


(La torre es la protectora de la familia real. Es la última linea de defensa de los reyes y siempre fiel, los protegerá. Aunque también posee un gran poder de ataque, capaz de destruir a la distancia. Fria y conservadora, el único proposito de la torre no es la gloria propia, sinó la de sus protegidos).


Durante las siguientes semanas, mi amigo no paró de hablar de la fiesta de cumpleaños que se llevaría a cabo en pocos días. Decía que sería la mejor fiesta de su vida y que con su ayuda, yo conseguiría una buena chica. Una amiga de la cumpleañera.
¿Por qué no te ocupás de tus cosas y me dejás a ocuparme de las mías? Le pregunté.
"Porque no soy yo el que necesita una alegría, amigo mio". Respondió.

Finalmente a la noche, luego de realizar mi plegaría diaria al cielo, era mi turno de mover.
La partida, aunque larga, se había hecho interesante.
Mi rival seguía siendo impredecible y eso es lo que me mantenía expectante.
Se podría decir que yo estaba ganando la partida. Tenía mas piezas en el tablero y eso me daba la clara ventaja. Aunque había perdido a la reina... No lo quería admitir, pero no había visto la posición de su caballo antes de mover a la reina para comer al último alfíl de mi rival.

(La reina. La pieza mas importante de las 16. Sin ella el rey caería sin remedio y la partida finalizaría. La reina es la protectora de las demas piezas. Aunque sabe que no debe sacrificarse, siempre está dispuesta a ayudar a los otros, por supuesto sin dejar de cuidar a su lento y perezoso rey. 'Para ganar una partida de ajedrez, la reina debe sucumbir').


Finalmente llegó el día mas esperado. La partida de ajedrez estaba a punto de terminar y ya me había declarado vencedor. Casi 2 meses duró la partida. A mi rival le quedaba solamente un peón, una torre, un caballo, a la reina y al rey. Era mi turno de jugar, y su caballo estaba a punto de retiarse al establo.

Luego de realizar mi movimiento, sonó el timbre de mi casa. Era mi amigo que había venido para ir al cumpleaños. Por supuesto que seguía sin ganas de ir, aunque por cansancio logró convencerme.

Yo no se si creo en la suerte. Pero al entrar  choqué contra una persona que venía distraida con un trago alcoholico en la mano. La persona fue a parar al piso, mientras que el trago a mi camisa.
La ayude a reincorporarse y con mucha verguenza me pidió disculpas. Cuando lo hizo, me miró a los ojos. Era la mujer mas linda que haya visto. Con temblorosa voz le dije que no importaba, fue un accidente y me ofrecí a recuperar el trago que le había hecho perder.
Una leve risa salió de su boca seguida de un pedido para que le acompañe a buscar otra bebida para que se la pueda tirar sobre el vestido.
Nos reimos durante toda la noche.

"Gracias". Me dije, recordando todas las plegarías nocturnas que había hecho.
Aún no podía creer lo que había pasado.
Había conocido a una hermosa mujer.
Pero aún mas, no pude creer lo que vieron mis ojos antes de acostarme en mi cama.

Mi rival había movido. Su simple peón fue contra mi desprotegido y arrinconado rey. No podía defenderme porque estaba protegido por su reina..."JAQUE MATE" sentenció la computadora.
Aunque lento e imprevisto, mi rival había ganado...

"El tiempo ha vencido".