viernes, 29 de mayo de 2015

Cuento: Rosa y Clara


Esta es la historia de Rosa y su pequeña gran amiga, Clara.

Rosa conoció a Clara una tarde de verano.
Saliendo de su casa, pisó sin querer la cola de una perrita y está, en un susto, ladró sin contención.
Interpretando el miedo de la otra, le acarició la cabeza en señal de disculpas y prosiguió su camino.

La historia de Rosa es una de esas que te dejan pensando lo "resistentes" que son algunas personas.

Habiendo sufrido la muerte de sus padres cuando ella tenía apenas 20 años, debió dejar sus estudios y buscar sustento para ella y para su hermana, Clara. 
Las hermanas heredaron la casa de los padres, en donde vivían y una pequeña suma de dinero, suficiente, si lo administraban bien, para alimentarse y pagar las cuentas de un par de años.

Lamentablemente para Rosa, su hermana contrajo una enfermedad que consumió rapidamente el dinero que le habían dejado los padres.
Finalmente, cuando el dinero se agotó, también lo hizo la salud de Clara, dejando a su hermana como única representante de su familia.

De allí en más, Rosa debió arreglarselas como pudo, realizando trabajos que, si otra hubiese sido la historia, nunca hubiese aceptado.

La vida no fue facil, sin embargo los días fueron pasando y con ellos pasaron casi 20 años en los que Rosa alternaba entre trabajos.
La vida le hizo perder las pocas amigas que tenía y ya llegando a sus 40 años también perdió la sonrisa.

Debido a su edad, Rosa no logró conseguir un nuevo empleo cuando la panadería en la que trabajaba cerró.

Durante el paso de los años había tomado un interés especial por la costura y decidió fabricar algunos productos y venderlos.

Desde ese momento y durante los siguientes años, Rosa salía todas las mañanas con un carrito repleto de su propia manufactura junto a un mantel y un banquito donde se sentaba.



Diez años habían pasado desde que comenzó a vender sus productos hasta que conoció a su nueva primer amiga.
Al caer la tarde, Rosa regresó a su casa y notó que su accidentada aún continuaba en el mismo lugar en donde la dejó a la mañana.
La perrita era pequeña de tamaño, pero se notaba que era una perra adulta.
Rosa notó que temblaba, posiblemente por frio o por hambre y la invitó a pasar a su casa.

La perrita dudó por un momento pero al final entró y desde ese momento ambas se volvieron grandes amigas.
Había decidido llamarla Clara, en honor a su hermana y por primera vez en mucho tiempo la sonrisa había vuelto a su rostro.

Ahora Clara acompañaba todas las mañanas a su amiga y se quedaba a su lado durante todo el día mientras que Rosa ofrecia sus productos en la calle.

Así pasaron los años y ambas amigas envejecieron juntas.

Habían días en los que llovía mucho y ambas quedaban en la casa esperando que pase.
Pero sin contar estos, a ambas se las podía ver todos los días en el mismo lugar, esperando pacientemente a que sus productos sean adquiridos.

Una gran tristeza me produjo cuando pasé al lado de ella y ví que en lugar de un animal, había un cuadro conteniendo una pequeña foto de Clara, su perrita...

...su gran amiga.

miércoles, 27 de mayo de 2015

El villano frustrado cyrbizarros


Román se había graduado. Oficialmente obtuvo su doctorado en física y desde ahora su título antecederia a su nombre y sería conocido como Dr. Román P. Tros.

Pero Román tenía un secreto y ese era que se había doctorado para obtener los conocimientos necesarios para convertirse en un supervillano.
Si, así es. Román quería conquistar al mundo.

Para serles sinceros, todos en la clase de Román tenían el mismo objetivo y es por eso que entre los 20 futuros físicos con doctorado llegaron a un pacto. Cada uno iría a un país distinto, donde no existiesen otros supervillanos, y recien podrían conquistarse mutuamente cuando ya hayan conquistado a su propio país.
Todos aceptaron y en la graduación, recordaron el pacto antes de partir.

Román fue a un país tranquilo, donde sabía que no existía otro supervillano y allí se estableció.

Comenzó desde cero, trabajando como asistente y rentando un pequeño departamento pegado a una discoteca.
Vivía como podía, ahorrando cada centavo, los cuales necesitaría para construir su imperio.
Obtuvo, además de su trabajo como asistente, un puesto de profesor suplente de física, matematica y química, en una importante escuela secundaria.
Gracias a estos nuevos ingresos, pudo mudarse a un departamento mas tranquilio donde por fin pudo dedicarse a planear su futura conquista.


Su tanquilidad duró poco ya que apenas un par de meses después, fue descubierto llevandose planos y materiales de la oficina y tuvo que dejar su puesto como asistente.
Román lo había hecho desde que comenzó con ese trabajo, siempre cauteloso, aunque ahora (y para su desgracia) lo atraparon.

Sin su principal trabajo pero con algunos ahorros, Román ahora poseía mucho tiempo libre, el cual dedicó a construir su primera invención y mediante un proceso de hidrólisis a traves de una capa semipermeable de fibra de carbono compuesta, logró obtener Hidrógeno en estado liquido.
Este nuevo producto cercano en temperatura al 0 absoluto, fue el precursos de varios inventos modernos como el combustible para naves espaciales, entre otros.

El proceso consistía en un proceso de hidrólisis sobre un cuenco lleno de Nitrógeno líquido a traves de una capa de fibra de carbono alterada eléctricamente por un compuesto acido.
Una vez producida la reacción, el Hidrógeno se separaba del Oxígeno y su temperatura se reducia drásticamente, aunque no lo suficiente como para cambiar de estado. Es en ese instante cuando entra en escena el nitrógeno líquido y gracias a este, el Hidrógeno alcanza llegar a su punto de condensación.


Su descubrimiento lo llevó automaticamente a la fama y fue nombrado celebridad local.
El dinero comenzó a llegar de a montones y su casa ahora era lo suficientemente grande como para albergar un laboratorio secreto sin que nadie se diera cuenta.
Además tomó un cargo como profesor en la universidad, donde percibia una gran suma de dinero.

Finalmente, luego de casi 5 años de espera, Román podía dedicarse a conquistar al mundo y desde ese momento nació el "Dr. Ciencia".

Bajo su nuevo alias, Román comenzó su plan de conquista.
Sus invenciones eran maravillas de la ingenieria.
Sus robots estaban armados con cañones lanzadores de nitrogeno liquido, un arma que le dio ventaja aún frente a los poderosos tanques y aviones del ejército.

Poco a poco, sus maquinarias fueron haciendo acto de presencia y fueron temidas de costa a costa.
El Dr. Ciencia estaba próximo a su plan de conquista, aunque no contó con un pequeño detalle.

Tal como el, existían otros supervillanos, pero como siempre hay un equilibrio, fueron apareciendo unos individuos bienhechores de escasa edad, con tragicos pasados pero con un objetivo en común: la justicia.

Estos fueron conocidos como los superheroes, quienes gracias a sus habilidades obtenidas (no logradas), podían acabar con los planes de cualquiera, incluso con los de Román.

Tan solo le bastó unos cuantos días para derrumbar todo lo que el Dr. Ciencia había logrado en años de estudios, sacrificios, pruebas y errores. 

Tanto esfurezo y tanto sacrificio para nada.
Destruir es mas facil que crear y es por esto que era vencido constantemente.

No solo eso lo tenía mal, sino que era vencido por un "infante", una persona muy menor a él en edad, un así llamado "heroe" sin estudios universitarios, con apenas un poco de sentido de la justicia y una fuerza sobrehumana.

Pobre de Román. Al final hubiese sido más facil conquistar al mundo con sus descubrimientos o incluso no haber estudiado tanto y dominar a todos de la forma mas rapida...la pólitica.