jueves, 19 de febrero de 2015

Cuento: La mas bella y triste historia de amor (última parte)


El viento soplaba cada vez con mas intensidad y las nubes se fueron juntando poco a poco. El cielo se estaba tornando negro. El agua no tardaría en llegar.

Por fin se habían reecontrado.
Otrora viejos amigos, ahora Marcus y Claudio lucharían hasta  la muerte en el bosque donde sus caminos se cruzaron hace ya varios años y el vencedor se quedaría con Isabel.



Marcus estaba de pie. Su pierna aún sangrando por el disparo recibido.


"TU HAS SIDO COMO MI HERMANO" Gritó Marcus.

"¿Hermano? ¿Yo, tu hermano? YO NUNCA SERÍA HERMANO DE UN MALDITO BASTARDO"


Para Marcus, las palabras de Claudio eran puñales clavados en su espalda. No podía entender cual fue el daño que le hizo a su amigo y que le llevó a que ahora esten en esta situación.

"YO TE HE SALVADO LA VIDA, CLAUDIO. ¿Acaso no lo recordaís? Fue exactamente en donde ahora estoy de pie".


Los gritos de Marcus no llegaban a los oídos de su viejo amigo.

Ahora ambos se encontraban en el bosque donde se conocieron y este sería el lugar donde su historia llegaría a su fin.

Primero vinieron los rayos. Luego se escucharon los truenos. La tormenta era inminente.

Los amigos de despojaron de sus espadas y pistolas y decidieron abatirse con sus propias manos.

Los rayos y truenos continuaron y la lluvia comenzó a caer. En pocos segundos el caudal de agua que bajaba del cielo era impresionante. Fue durante la caida de las primeras gotas que comenzó la batalla.
Marcus embistió a su amigo. Sus golpes estaban llenos de frustración.
Claudio respondió, pero los suyos llevaban odio y furia en su interior.

Marcus poseía mas habilidad, destreza y resistencia que su rival, pero el estar en prisión durante tanto tiempo y mal alimentandose, sumadas a las heridas recientes hicieron que Claudio posea la ventaja.

Claudio golpeó la cara de su rival, fue un golpe muy fuerte y Marcus cayó al pasto mientras que un hilo de sangre brotaba por su boca.

El haber estado encarcelado durante tanto tiempo había afectado su antaño perfecto cuerpo y el no haberse almientado como correspondía afectaba ahora a su fuerza y a su resistencia.
Claudio poseía una gran ventaja fisíca y de continuar así, sería el vencedor.

Sin embargo, Marcus poseía una gran fuerza de voluntad, la misma que le permitió sobrevivir encerrado en la celda y la misma que no renunciaría hasta estar en los brazos de su amada.

Marcus intentó dialogar una vez mas y al recibir una nueva negativa, finalmente se dió por vencido y diciendo "adios" a su viejo amigo, tomó su espada del suelo. Claudio hizo lo mismo y el duelo de espadas comenzó.

La lluvia ayudó a a calmar las heridas de Marcus, sin embargo, el dolor y cansancio que sentía era muy grande. Esto lo aprovechó Claudio y logró cortarle el brazo.
Marcus gritó  de dolor, pero no dejó caer su espada y prosiguió con su ataque. Necesitaba una distracción, necesitaba que Claudio se distraiga para poder terminar con la batalla, de lo contrario, no podría volver a ver a Isabel nunca más.

"(¿Isabel?)" Pensó Marcus mientras que una idea iluminaba su mente.
Debía dejarse penetrar por la espada de Claudio para así lograr que Isabel grite. Esa sería su oportunidad para derrotarlo, aunque su vida corriera riesgo.

Marcus puso su plan en practica y bajó levemente su guardia en la zona del hombro izquierdo.
Tal como lo pensó, Claudio aprovecho el "error" y clavó su espada en el hombro de su enemigo.
El plan había salido perfecto y Claudio se distrajo con el grito de su obligada esposa. Fue entonces que Marcus aprovechó la oportunidad y con un fuerte golpe de su pie, rompió la rodilla de su viejo amigo.
Ya en el piso, Claudio no fue rival y Marcus le atravesó ambas piernas con su espada.


Marcus había roto las piernas de Claudio y este quedó tumbado en el suelo, desangrandose profundamente. Su fin llegaría pronto y lo sabía.

Marcus había salido victorioso y ahora se encontraba de pie frente a su "viejo amigo".
Sin palabras mediante, se limitó a mirarlo fijamente mientras que lagrimas caían de sus ojos y pasaban a formar parte de las gotas de lluvia. Luego dió media vuelta y se dirigió a los brazos de su amada que lo esperaba pocos pasos adelante.

Mirandose a los ojos, Marcus se desplomó sin fuerzas sobre su gran amor, quien, llorando, lo sostuvo y contuvo en sus brazos.

El tan esperado abrazo por fin había llegado. Isabel y Marcus entrelazaron sus brazos alrededor del otro y se apretaron fuertemente. Un año de espera, un año de dolor, un año de angustia y un año sufrimiento habían sido enterrados con este abrazo.

Sin embargo, mientras Isabel continuaba apretando con fuerza, Marcus cada vez se soltaba mas.
Una bala proveniente de una pequeña arma escondida en Claudio había sido disparada contra su espalda.

En otros tiempos esa bala no hubiese alcanzado a matarle, pero en su estado actual fue suficiente para que sus brazos se desprendan de los de Isabel.
Poco a poco Marcus fue cayendo al suelo y con una sonrisa en su rostro, contempló a su amada por última vez...


Ambos amigos habían caído.
Su historia había comenzado y terminado en el mismo lugar.




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