jueves, 26 de septiembre de 2013

Sueños (introducción)

Hay quienes obtienen inspiración gracias al alcohol...
Hay quienes utilizan otras drogas, como la cannabis y el lsd...
Hay quienes se inspiran  mirando el firmamento...
Y estoy yo, que mi inspiración es gracias a mis sueños.

Puedo decir que el 90% de todo lo que alguna vez escribí fue gracias a algo que soñé.


En el pasado era muy común que los escritores, productores, bohemios y artistas, fumaran opio para lograr escribir una obra, un show, un musical, una canción, un poema y todo lo que necesitasen.
Fumando opio, entraban en un estado privativo del cerebro, liberando en su interior ciertos productos quimicos que producian variaciones en la percepción los objetos cotidianos (como una mesa, una silla), haciendolos confundir por otros (como por ejemplo una persona). Así, su cerebro entonces entendía que se trataba de una mesa, silla, etc, con movimientos, articulaciones y musculos, osea...un objeto con vida.
En otras palabras, mediante el opio, alucinaban.

Como no producian daños a terceros, esta costumbre fue "aceptada" por la sociedad, desde el pasado, hasta la actualidad.

Hoy en día es raro encontrar un estudio de producción en donde no se "fume" para lograr obtener una tormenta de ideas originales.
Es cierto que cada uno necesita una ayuda para "imaginar" y "soñar" (en mi caso, el sueño), pero es repudiable (y hasta triste) que tengan que recurrir a estos estados privativos del cerebro, que tengan que ingerir o meterse elementos dañinos al cuerpo para lograr crear algo ingenioso y principalmente, comercial...

En siguientes entradas, les describiré algunos de los sueños que sueño (valga la redundancia).
Sepan entender que a veces son muchos los sueños que produce mi cerebro y aunque recuerde la idea principal del mismo cuando despierto, muchas veces se me olvidan algunos detalles.

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