martes, 27 de enero de 2015

Cuento: La mas bella y triste historia de amor (parte 6)


Por fín había llegado el momento tan esperado para Marcus.
Pondría en práctica su plan para ser liberado y buscaría venganza contra quien lo puso en esta situación, tal como lo prometió cuando era apartado de los brazos de su amor.

Esteban juraba que podía ver fuego en los ojos de Marcus. Ambos estaban muy animados y deseosos de obtener la libertad y continuar su propio camino.

Faltaban 2 semanas para que se cumpla el primer aniversario de la caída del molino y Guillermo les contó que ya se estaba preparando la ceremonia del "recordatorio de odio a Marcus" (como le decia Damián).
Fue en este momento en que los reclusos decidieron poner "fin" a su amistad, aunque, agarrando la cabeza del otro, juraron volverse a ver.

El plan había comenzado.

Esteban golpeó muy fuerte a Marcus, en la boca, dejandolo inconciente y con una gran cortada en el labio inferior. Habían acordado que se hieran con gran magnitud.

Rapidamente la noticia llegó a los oídos de Damián, quien se dirigió a comprobar su veracidad:

"Pero que mal te encuentras, 'alcalde' ".

La ironía de Damián se hacía notar.

"¿Así es como me recibes? ¿Después de tanto tiempo sin vernos? Levantate 'alcalde' ".

Marcus seguía sentado en su cama, curandose la herida dejada por Esteban e ignorando a Damián, logrando un mayor fastidio por parte de este quien se dirigió al comisario.

"Ven, Guillermo. Conversemos".

El comisario asintió con la cabeza y ambos se dirigieron a la oficina del primero.

"Explicame ya mismo que ha pasado".

"Desde que están juntos en la celda que hubieron discuciones. Al principio intenté calmarlos, pero luego de algunos meses dejé de intentarlo. Pero a medida que los días pasaron y se fue acercando el día del recordatorio de la caída del muro, algo cambió en Esteban y sus agresiones se volvieron mas fuertes y constantes, hasta hoy, dia en que ya pudo apreciar como ha termido todo".

"Ya veo..." Dijo Damián en voz baja y mirando por la ventana.

"Esetban ha jurado matar a Marcus. Debo separarlos de celda, por la seguridad de ambos".

"¡De ninguna manera! Ambos permaneceran en la misma celda y será el destino quien los juzge".

"Pero, señor..." Damián había levantado la mano y Guillermo supo que debía callar.

"Deseo hablar con Esteban, por favor, traelo hacía mi".

El comisario obedeció y volvió unos minutos después con el recluso.

"Así que no has podido controlar tu ira, ¿verdad?" Dijo Damián mientras mantenía su mirada en la ventana.

"Por su culpa..por la culpa de ese MALDITO INGLES mi familia ha muerto".

Esteban logró una actuación muy convincente, aunque no era tan necesaria en alguien tan credúlo como el nuevo alcalde.

"Si...es cierto. Por su culpa ha muerto tu familia. Tu no la has matado, ha sido el. ¿No deseas venganza sobre el causante de tu miseria?" Preguntó Damián, mirando a los ojos a Esteban.

"Lo deseo. Pero no quiero permanecer en esta inmunda celda el resto de mis días. Quiero ver a mi familia, quiero hacer cosas por ellos".

"¿Qué es lo que deseas hacer por ellos?"

Esteban levantó la mirada y miró fijamente al alcalde.

"Quiero reconstruir la casa de los padres de mi esposa, la cual fue destruida por culpa de un gran incendio.
Mi esposa siempre me hablaba sobre esa casa y en mi cabeza tengo la ímagen para reconstruirla, pero necesito libertad y dinero, ambas faltantes en este momento.

"Ahh...si, la casa de los SOBRINO, la recuerdo. Hermosa" Dijo Damián y prosiguió. "Ven, amigo mío, he de proponerte un trato..."

Minutos despues, Esteban regresó a su celda acompañado por Damián y Guillermo.
 
El alcalde hizo un gesto para que el comisario se retire de la celda junto a Esteban.
Era momento de hablar con el anterior alcalde.


"Ha pasado mucho tiempo, ¿no es verdad?, 'alcalde' ".

"Un año Damián. Y he de confesar que eres la primera visita que recibo, a excepción del comisario".

"Ahh si. Recuerdo haber prohibido a la mujer esa que venga a verte".

La voz de Damián denotaba tranquilidad y armonía. Era visible su sonrisa y más aun su alegría, como si hubiese recibido una muy buena noticia.

"¿Isabel? ¿Qué ha pasado con ella? Si la has lastimado, juro que te pondré mis manos alrededor de tu cuello. Exclamó Marcus. Sus palabras denotaban mucha ira.

"No debeis preocuparte por ella, querido 'alcalde'. Has de saber que ella se encuentra perfectamente protegida en los brazos de su ESPOSO".

Demián comenzó a reir. Le divertía mucho la situación.

"¿¡ QUÉ HAS DICHO !?"

"¿Acaso no lo sabes? Isabel se ha casado con Claudio y creo que hasta están  ¡ esperando un hijo ! "


Marcus quedó petrificado y solamente sus ojos funcionaron al ver como Damián se retiraba de la celda riendose cada vez mas fuerte.


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