viernes, 1 de noviembre de 2013

Cuento: La imaginación


En toda la historia de la humanidad, la imaginación tomó uno de los papeles mas importantes en el ser humano.

Gracias a la imaginación, hoy estoy escribiendo este texto y ustedes están leyendolo.
Gracias a la imaginación, tenemos autos, aviones, computadoras, comida enlatada, tiempo para aprovechar leyendo este texto, etc.

Antes de que el mundo se convirtiera en una "aldea global", los pueblos de cada estado estaban casi por completo aislados del mundo. Y antes de que existieran los estados, los pueblos eran completamente idependientes de lo que pasaba en el exterior.

Lo curioso es que estando separados, la imaginación de algunos integrantes de pueblos alejados era la misma.

Pongamos el caso de los mounstruos o seres historicos (y mitólogicos).

En la mayoría de los casos, cada puedo, religión, etc, creó mounstruos o seres particulares, correspondiendo a su historia.

Tal es el caso de los griegos que idearon una gran cantidad de "abobinaciones" como la hidra, el centauro, el minotauro, el fauno, los ciclopes, las gorgonas, el fenix y así un sin fin mas.
Por su parte los egipcios imaginaron a sus dioses mezclando cuerpos de humano con cabezas de animales. Tal es el caso de Horus, el alcón, Isis, el buho, Anubis, el chacal, además de otros seres mitólogicos como el Bennu.
Los germanos por su parte basaban sus historias en gigantes del tamaño de montañas que combatía Thor.

Sin embargo, existen muchas similitudes entre ellos, como los gigantes para los germanos y los ciclopes para los griegos y como el bennu para los egipcios y el fenix para los griegos.
Aunque cabe resaltar que las similitudes entre estos fueron producidas luego de la conquista del rey de reyes griego Agammemnon a los barbaros germanos y luego a los egipcios..Por lo que no sabemos si tuvieron o no influencia al ser creados.


Pero hay un ser mitólogico especial, que aunque con leves diferencias, fue imaginado casi todas las culturas y civilizaciones a lo largo de toda la historia: Los dragónes.

Comenzando en los primeros años de la humanidad, en cuevas alrededor del globo se encontraron pinturas rupestres talladas en las que relataban la historia de hombres con lanzas luchando contra un ser gigante y alado (probablemente algún decendiente de la familia de los Pterodactílos).

Avanzando en la historia, las primeras dinastias chinas afirmaban que un ser supremo gigante, que vivia en el cielo, con cuerpo de serpiente y garras en brazos y piernas (sin alas) era el protector de su fortuna. Las siguientes dinastías agregaron mas picante a las historias afirmando que este ser supremo era en realidad un dios y que su aliento era como fuego (los Long, si..como shenglong).

Los japóneses a su vez, también creían en la existencia de un dragón protector, pero no de una familia, sinó del cielo. Estos eran conocidos como los Orochi y sus caracteristicas era similares a los dragónes chinos.

Mas adelante en la historia, encontramos a los Wyverns mitólogicos nordicos y al dragón de las hesperides griego.
Estos ya tenian una apariencia mas marcada a los dragónes que podemos apreciar hoy en día.
El Wyvern era un ser alado, del tamaño de un oso, con cabeza de reptíl y cuerpo de león. A su vez, poseían 2 inmensas alas que le permitían volar a gran velocidad y altura. Al final de las alas, tenía unas garrás que funcionaban como ataque ante presas y defensa ante depredadores.
Por su parte, el dragón griego fue envíado por Hera (esposa de Zeus) a cuidar el jardín de las hesperides que contenian el arbol donde crecían las manzanas de oro.
Este dragón era un ser gigante y barrigón, con cabeza de reptil y cuernos grandes y puntiagudos, con 2 enormes alas y un cuerpo similar a un oso pero muy muy barrigón. Este dragón tenía 100 cabezas que hablaban cada una, una de las 100 distintas lenguas que se creía existian en ese momento, inclusive la de los dioses.

Avanzando aún mas en la historia, en la edad media y en pleno augue de cristianismo, se creía en la existencia de dragónes que atacaban a los pueblos medievales para robar riquezas, comida y raptar a las virgenes. Tal es el caso del rey Arturo con su espada sagrada Excalibur.
Tambien tenemos la historia del heroe nordico Sigfrid, que logró la inmortalidad de casi todo su cuerpo (menos el pecho) al ser bañado con la sangre del dragón que eliminó con sus manos (y con una espada por supuesto).

Las particularidad de estas historias, que nunca se cruzaron en la historia, es que estos ya eran los dragones que conocemos hoy en día y que todos podemos imaginar con solo cerrar los ojos. Seres gigantes, alados, con cabeza de repíl y cuerpo como serpiente gorda, que dispara fuego de su boca (seguramente comían picante) y que eran invulnerables a la magia.

Aunque la imaginación esté limitada a las cosas que ya conocemos, el poder de la mente es algo espectacular (sinó me creen, revisen todas las historias de este blog que, al igual que esta, salieron de mi mente). Si tienen una idea, aunque sea rara, escribanla para no olvidarsela. Recuerde que las idead "raras" muchas veces dieron a su autor la fama y fortuna y a fín de cuentas, quien no quiere ser millonario?

No hay comentarios:

Publicar un comentario