jueves, 20 de febrero de 2014

Cuento: Semillas de la verdad

Caminando por el mercado, llegué a la parte de jardinería.

Entusiasmado como un nene entre chocolates, fuí directo a la parte de venta de semillas.

Había formado una pequeña huerta en el balcón de mi casa de la cual estaba orgulloso.
Mi pequeña huerta estaba formada por 2 grandes macetas de tamaño suficiente para plantar en ellas 5 pequeñas plantitas, comunmente llamadas "de hogar".

Tenía ocupada solo una de las 2 macetas. En ella, había plantado oregano, cebollín, albahaca, menta y ají.
Al tener una maceta libre, tenía la posibilidad de plantar 5 plantas mas! Por supuesto que serían plantas comestibles y no de decoración.

"Que podría ser?" Me pregunté.

Mis ojos pasearon por el eneldo y por el cilantro. Luego se desvíaron hacia la achicoria y a la acelga, luego se desorvitaron por completo.

"Calma...calma" Me dije.

Aún no había terminado de decidir, cuando en un rincón había un pequeño paquete de semillas. Lo tomé en mis manos y lo dí vuelta para saber de que tipo de semillas se trataban. Cuando lo dí vuelta había un pequeño papelito que solamente decía "Semillas de la Verdad".

"Será un tipo de flor?" Me pregunté antes de llamar al muchacho del mercado del sector de jardinería.

"Si? Digame. En que lo puedo ayudar?" Me preguntó el hombre al que yo consideré un muchacho, aunque era mucho mayor que yo en apariencia, rondando los 50 años, pensé.
"Vea..encontré estas semillas en la gondola y tengo curiosidad por saber que tipo de planta es. Usted lo sabe?"
Mostrandole al hombre la bolsita con las semillas, me respondió:
"Si, lo se. Estás semillas son especiales y unicas." Dijo.
"Se trata de una flor, no?" Pregunté con aires de campeón.
"Efectivamente es una flor. Pero no es cualquier flor. Cada semilla da una planta que da solo una flor. Se recomienda plantar de a una por vez".
"Y que es lo que le hace especial? Por qué plantaría una por vez?" Pregunté indignado.
"Porque cuando florece, la flor libera una verdad" Sentenció.
"Que libera una verdad!?" Pregunté ironicamente, bajando la vista para ver las pequeñas semillas blancas.

Silencio...el hombre ya no estaba a mi lado...se había ido son que me haya dado cuenta.

Digamos que me sentí mas que curioso y decidí llevarlas.
"Es el ultimo paquete". Pensé.

Volví a la gondola para ver el precio y no figuraba. Tampoco tenía codigo de barras el envase como para poder pasarlo por un lector.

Igualmente decidí llevarlas y pensé que en la caja buscarían la manera de cobrarlas.

Agarré mis cosas y fuí directo a las cajas para pagar las compras.
Había mucha gente y aunque poseía menos de 15 articulos, la caja express estaba colmada de gente con una fila de cuando menos 15 personas.
Me puse en el ultimo lugar, cuando escucho que una cajera me está llamando.

"Psst...por aquí señor" Dice, haciendome señas.

Pensé que tenía que dejar pasar a los otros, pero nadie pareció importarle el llamado.

"Genial!" Pensé. Me iba a ahorrar mucho tiempo de espera.

Apoyé mis cosas sobre la cinta transportadora, dejando la semillas para lo ultimo.
Cuando llegó al ultimo producto, la chica cajera reconoció de inmediato las semillas y me dijo:

"Señor. Estas semillas son especiales y unicas. Por lo tanto no tienen precio. Y como tampoco tienen un codigo de barras, no puedo cobrarle nada por ellas. Así que puede llevarselas"
"Es mi día de suerte" Le dije, sonriendo.
"Solo que tenga cuidado con las flores. La verdad puede ser devastadora a veces".
"Bueno" Le respondí, un poco perdido por sus palabras.

Volví a casa y decidí plantar mi nuevo inquilino para la huerta.

Busqué en internet como se plantaba, pero no encontré nada sobre semillas de la verdad.
Decidí abrir el paquete y tirar todas juntas. Total, tenía espacio para 5 plantas en la maceta y las plantas ocupaban mucho mas espacio que las flores.

Cuando abrí la el paquete, dentro de este había un pequeño papel con las instrucciones para plantarlas.
"Como no lo ví antes?" Me pregunté indignado.

Feliz por tener instrucciones, me dispuse a leerlas:

"Semillas de la verdad. Plantar una semilla cada vez que se quiera conocer la verdad sobre alguien.
Una vez puesta en la tierra susurrar a la semilla el nombre de la persona de la cual se desea conocer un secreto, luego cubrir con tierra. Se puede plantar durante todo el año y no requiere agua. Cuando crezca la flor está florerá diciendo la verdad, luego perecerá. La flor de la verdad puede crecer en cualquier momento y puede variar de acuerdo a tipo de secreto revelado. USE CON CUIDADO".

Ya había entendido todo...era una joda de los del mercado.
"Una joda de personas que no me conocen?" Me respondí.

Curioso como nunca, decidí sacar una semilla. La planté y le susurré el nombre de mi novia.
Quería saber que secreto me ocultaba porque desde hacía varios días que sentía que no era la misma.
Cubrí la semilla con tierra y me fuí a dormir.  Mi novia ni se inmutó cuando me acosté a su lado y la abracé.

Al día siguiente, para mi sorpresa, vi una flor donde había plantado la semilla la noche anterior.
Cuando me acerqué para olerla, noté que se abrió, que floreció y en mi cabeza se produjo un eco:
"Ella no te ama mas".

No podía creerlo... Una flor me habló! Y me dijo que ella no me ama mas. La flor no me ama mas? No...ya había recordado. Yo había susurrado el nombre de mi novia.


Sin pensarlo dos veces, fui a hablar con ella. Era domingo y ese día ninguno de los dos tenía que ir a trabajar.
La discución que tuvimos fue larga y agotadora. Al final de cuentas ella no pudo mas y confesó que ya no me amaba y la razón por la cual no me lo decía es porque quería estar segura antes de terminar con su relación y que acausa de mi reclamo, comprendió que ya no quería verme mas.

Esa misma tarde, tomó sus cosas y me dejó.
Me había quedado solo en la casa...solo y triste.
La flor tuvo razón, me dió la verdad, pero al hacerlo, me dejó desdichado.

"La verdad puede ser devastadora..." Me dije, esbozando una leve mueva con el labio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario