sábado, 2 de agosto de 2014

Sueños V

En la puerta de una casa, sentados en reposeras estabamos.
Era un bello día sin una nube en el cielo y, a pesar de ser invierno, el clima era bastante agradable y el frio no se hacía presente.

Eramos 6 amigos hablando sobre posibles destinos de viaje.

"Yo quiero ir a Estados Unidos", "Yo a Jamaica", "Yo a Egipto" sentenciaban.

Me tocó el turno de hablar y mi lugar elegido fué Croacia:
"Me gustaría ir a Croacia. Me hablaron muy bien de allá. Parece que tiene muy buenas playas, muchos castillos y además es bastante seguro". Dije y agregué "También quiero ir a Delos y Mykonos, pero en invierno no se puede".

La conversación siguió su curso normal cuando levanté la vista y noté que la autopista cercana estaba "doblada" y muchos autos se estaban como resbalando. 

"Mirá" le dije a un amigo. "¿No está inclinada?" Pregunté.
"No" me respondió. "Es así" dijo y la conversación fue interrumpida por el ruido mucha agua cayendo al suelo.
Una avioneta, de esas de fumigación en los campos, tomaba altura y se presipitaba al agua sacando una gran cantidad de volumen de liquido en cada zambullida.

Cada vez fue tomando mas y mas altura ante nuestra atenta mirada y la cantidad de agua sacada fue tan grande que llegó a cruzar la calle que nos separaba del lago y empapó completamente a una señora de unos 50 años que estaba sentada en un banco.

Lejos de reírnos (aunque con algún que otro esbozo de sonrisa) nos sentimos indignados ante semejante barbaridad. Pero no duró mucho ya que de la nada aparecieron unos 7 u 8 aviones de combate que junto a la avioneta comenzaron a tomar altura y caer en picada hacia el agua.
Una pequeña ola se produjo y se dirigió hacia donde estabamos nosotros (y otras 50 personas, era un muy bello día). La ola no tomó mucha altura y rompió antes de concluir el lago.

Pero ahí no terminó todo. Los aviones siguieron con su locura y las olas que se generaban eran cada vez mayores hasta que una fue lo suficientemente grande y poderosa para llegar a mojarnos los pies.
Fue en ese entonces que el panico se hizo presente. Nosotros nos refugiamos en una casa cercana, aunque por la escasa altura que tenía las olas iban a poder alcanzarnos.
Decidí correr hacia la parte de atras de un local en donde tenían un patio. Pedí que me siguieran pero solo uno lo hizo.
Echamos a correr mientras que atrás veíamos como los aviones caían nuevamente y producian olas cada vez mayores.
Llegamos a la parte de atras y con un salto digno de una medalla olímpica, logré subirme a la medianera (que tenía un alambre de puas sobre ella, aunque esto no importó) y ayudé a mi amigo a subir.

Estabamos a salvo por el momento, hasta que esos locos dejen esa tontería que ya había ocacionado victimas. Desde nuestra posición pudimos ver como los aviones seguían con su ataque aunque ya sabiamos que las olas apenas podían mojarnos los pies desde la altura en la que estabamos y estas no se hicieron mayores.
Dedujimos que los aviones ya no podían crear olas mayores a causa de que habían alcanzado el limite de profundidad del lago.
Efectivamente tuvimos razón y los aviones se retiraron. Cuando bajamos de la medianera pudimos ver la desolación del lugar que hace poco fué el centro de reunion de mas de medio centenar de personas.

Particulas de agua siguieron cayendo sobre nuestro rostro aún despues de haberse acabado la amenaza.
Estabamos caminando sin rumbo cuando se escuchó un estruendoso ruido...

...era la estática de la fm programada en el despertador.

Tengo que buscar otra emisora.

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